cuando la eugenesia del COVID mató a mi abuela
honrar a los mártires de esta eugenesia significa no permitirnos olvidar
junio es uno de los meses donde tengo más presente a mi abuela, también en marzo que fue cuando se decretó el estado de emergencia. en general cualquier fecha de aniversario en torno al covid me recuerda a ella.
mi abuela ha estado teniendo problemas psiquiátricos por lo menos desde los 30 años. la pobreza y haber crecido a cinco hijas en un mundo patriarcal la empujó a la locura. sus hijas tenían miedo de ella. le diagnosticaron bipolaridad más tarde. también tenía crisis epilépticas que hacían que no podía responder. tuvo cáncer de mama alrededor de 2010 y ha sido una madre que apenas ha apreciado todo el trabajo que ha hecho por sus hijas (y esto no tiene que ver con una cuestión individual sino que en general el trabajo doméstico y el trabajo de los cuidados no se valora y se da por sentado).
mi madre siempre me cuenta una anécdota de cuando ella tenía unos 20 años, una de sus hermanas le dijo que su madre no limpiaba bien la cubertería. "mamá está agotada" fue lo que dijo mi madre para defenderla.
a mi madre también le ha consumido mucho el trabajo doméstico y la cárcel de ser una madre. ha podido poco a poco salir de esto, pero no muchas mujeres consiguen hacerlo.
a finales de junio es el cumpleaños de mi abuela. desde hacía varios años vivía con mi tía en un piso en alquiler en el sur de Italia. apenas salían de casa porque mi abuela no quería hacerlo y mi tía no quería presionarla. mi tía no recibía agradecimiento ni consideración por todo el trabajo de cuidados que hacía por mi abuela, en cambio los hombres de la familia se dedicaban a tachar de loca también a mi tía. una locura que, como toda forma de locura, es social y tiene que ver con el contexto. las críticas a mi tía por su locura han venido siempre por parte de los hombres que además ni eran de la familia, simplemente las parejas de la familia.
casi todas las hijas de mi abuela han tenido trastornos alimenticios, la presión patriarcal en torno a los cuerpos no normativos junto con la enseñanza de la sumisión de la dieta da sus frutos.
mi abuelo murió bastante joven por culpa de negligencia médica. le atropelló una moto y al llegar al hospital le dejaron en una camilla morirse poco a poco, se hizo a sí mismo una cruz con su propia sangre para poder estar bendecido antes de morir. fue tan grave la situación que después de que se muriese un juez tuvo que intervenir y dio directamente dinero a mi familia (que se vieron en la obligación de tener que aceptar a corto plazo esta cantidad de dinero porque a pesar de que a largo plazo se podía hacer más justicia y conseguir más dinero, el abuelo era el único sustento económico de la familia). mi abuela acabaría muriendo por culpa de la negligencia de este mismo hospital, casi 40 años después, pero por la eugenesia del COVID.
en junio de 2023 se celebra el cumpleaños de mi abuela, sin mascarillas, sin protecciones, sin test. mi abuela y mi tía pasaron de no ver a absolutamente a nadie por precaución, a hacer una fiesta sin ningún tipo de protección. mi abuela se infectó de COVID. mi tía no se lo dijo a su médica de cabecera sino que habló con el hermano de mi abuela (que es médico), le mandaron varios medicamentos. "¿no me estás dando demasiada medicina?" fue una de las últimas frases que dijo mi abuela antes de desplomarse en el suelo.
el sistema sanitario en Italia tiene mucho que ver en torno al privilegio de dónde vives. si vives en el sur no vas a tener una buena atención. esta es la lamentable realidad. en España sucede algo similar, la infraestructura es mejor en el norte que en el sur, los continuos recortes hacen que sea inhumano tanto las condiciones laborales como la de los propios hospitales.
sólo había un hospital que aceptase gente que estaba infectada de COVID. mi abuela fue ahí, estaba sola, apenas dejaban que se pudiese ir a visitar. mi madre fue a Italia para poder ver a mi abuelo pero no pudo. "quiero que me saques de aquí, me tienen abandonada" fue lo que le dijo mi abuela a mi tía. firmaron una alta voluntaria así que sacaron a mi abuela de ahí antes de lo debido. mi madre había vuelto a casa antes de que mi familia pidiese el alta.
mi abuela estuvo unas dos semanas delirando, no sabían lo que estaba pasando y tenían miedo de llevarla al hospital. cuando ya lo hicieron era demasiado tarde, mi abuela había pillado una infección a través de la vía y llevaba desde el primer ingreso del hospital luchando contra una infección de caballo. en todo este tiempo no pudo tomar la medicación por el trastorno bipolar que tenía, y entre esto y la enorme infección que tenía, deliraba y gritaba y sufría. insistí a mi madre en que fuese otra vez a Italia porque la situación de mi abuela estaba empeorando gravemente, mi madre no quería dejarme solo porque estaba con brote de Crohn. compramos el billete de avión, pedí un taxi para que la llevase al aeropuerto, y una hora antes de que entrase al avión, mi abuela ya murió. mi madre no pudo despedirse de ella.
el regalo de cumple de mi abuela fue el asesinato social. mi abuela merece justicia. todos los mártires de esta eugenesia merecen justicia. y no podrán tenerla a menos que hagamos cara a que esta pandemia continúa siendo usada como asesinato social por parte de los sistemas de opresión.
cada vez que me hacen sentir que estoy exagerando por utilizar mascarilla, me acuerdo de mi abuela, de todos los asesinados, de toda la gente que ha sido enormemente discapacitado por esta eugenesia. no me voy a permitir olvidar. que mi corazón nunca se recupere de esto, para que no me olvidé jamás porqué tengo que seguir luchando.